El principio de Peter es una ley que afirma que un trabajador de una empresa suele ser ascendido hasta llegar a un puesto en el que es incapaz de cumplir con los objetivos.
Este principio cuenta ya con casi sesenta años y, sin embargo, sigue siendo actual. Fue a finales de los años 60 cuando los doctores Laurence J. Peter y Raymond Hull, pedagogos de la Universidad de Washington, escribieron un libro en clave de humor titulado El principio de Peter
Principio de Peter. Un ascenso mortal
El principio de Peter, o principio de incompetencia de Peter, nos dice que, a menudo, el hecho de que un trabajador sea ascendido no significa que esté preparado para desempeñar ese nuevo puesto.
Según esta teoría, muchos ascensos son en realidad un retroceso; en ocasiones, el trabajador tiene que asumir retos, sin contar con los suficientes recursos para asumirlos con éxito o sin una buena dosis de ansiedad.
Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
Imagina una persona acostumbrada a realizar trabajos en solitario y que su ascenso incorpore la gestión de personas, ¿Cómo sabemos que estará preparado?
El desafío de ocupar puestos de responsabilidad
Es una realidad que en nuestro mundo corporativo acabe ascendiendo no el que más competencias tiene, sino el que parece más agresivo, directivo y hasta carismático.
Según los autores de esta teoría, lo más llamativo es que estos personajes rara vez son despedidos.
- Ascensos por razones de antigüedad, porque “toca”.
- También existen ascensos vinculados a la gerencia, familiares, amigos o personas afines a la dirección.
- También es común ofrecer ascensos a personas carismáticas o con un carácter extrovertido, pero sin capacidad de liderazgo.
¿Cómo evitar que se cumpla el principio de Peter?
Las principales medidas que podemos incorporar para evitar tener un equipo de directivos incapaces de alcanzar los objetivos son:
1- Metodología If- Then:
Hay que evitar los ascensos automáticos. Para ello se establece un periodo de prueba en el que el candidato deberá demostrar su valía para ser merecedor del ascenso. Además, este deberá mantener un feedback constante con su superior.
2- Capacitar mejor:
Es necesario entrenar de forma constante a la persona que se asciende. Es esencial que se recicle, de manera periódica, en todas esas competencias, habilidades directivas y de liderazgo apropiadas para cada cargo.
3- Promoción inversa:
Son imprescindibles las medidas de supervisión, para que toda persona que tenga un cargo determinado sea destituida en funciones cuando demuestre ineficacia.
4- Otros incentivos:
Conseguir que las personas tengan puestos de trabajo acordes con su potencial y premiar su rendimiento con mejoras salariales o de condiciones laborales.